Ríndete ante ellos y no luches, no sirve de nada. Ellos solo quieren liberarte, observa todo lo que traen a la superficie de tu pensamiento, sana, busca la solución que te ayude a soltar y busca el aprendizaje que ha venido a dejar.
Si luchas, dolerá. Si no luchas, dolerá pero lo dejarás ir. Si luchas serás esclavo para siempre de tu dolor. Dolor que se verá aumentado a causa de la fatiga y agotamiento de tu propia guerra interior.
Si no luchas, te convertirás en
observador y empezarás un camino de aprendizaje que te llevará a la sabiduría y a la paz interior.
El camino no será sobre pétalos de rosas, muchas veces será un camino de espinas que a cada paso arrancará tu piel como si de pasado se tratase y una vez finalizado el recorrido, será ahí donde surja el nuevo ser en el que te has convertido. Un nuevo ser de luz renovada que empezará a iluminar su vida con amor, gratitud y entrega. Un nuevo ser que empezará a entender y sentir la importancia de respetar sus dramas para así transformarlos en: ¡¡LUZ!!
Recuerda;
Respeta tus dramas y cuando llamen a tu puerta, déjalos entrar y prepárate para brillar.
Cristina Rivero
(07/05/18)
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