Hoy en kárate me he llevado una lección de una compañera. Algo tan sencillo como recordarme ser correcto para uno mismo. Un código interno que ya tenía olvidado a la hora de hacer deporte.
Teníamos que hacer 30 repeticiones de un ejercicio. Las podíamos ir haciendo a nuestro ritmo pero la finalidad era hacer 30. Andrea fue la primera. Las fue haciendo con las paradas que fue necesitando y en la número 18 se paró y se puso en pie a tomar aire. Le dije que si estaba cansada cambiábamos y continuaba la siguiente compañera. A lo que ella dijo: -Pero no he hecho las 30. Y pícara yo, le respondí que descansara, que nadie se iba a enterar.
Y muy correcta ella me dijo: -Pero yo quiero hacer las 30. Y continuó con el ejercicio aun con sus paradas hasta que llegó a las 30, añadiendo además una más de cortesía. Así que finalmente como toda una campeona hizo 30+1.
Mi otra compi, Nieves, de la misma manera que Andrea hizo 30+1...