Estoy tratando de encontrarme
en el camino del medio.
Intentando encontrar la fina línea
que separa los dos extremos.
Y es tan fina que más que separar, confunde
y los polos opuestos en busca de equilibrio
acaban fusionándose en el centro.
En un extremo el pensamiento
y en el otro el sentimiento.
Sentimiento que todo lo dice sin hablar
y en un instante se ilusiona sin pensar.
Pensamiento que todo lo acalla sin callar
y lo cree todo sin ver más allá.
Por eso trato de no creérme lo que pienso
e intento no dar por hecho lo que siento
y si hay espacio para todo lo que experimento
lo abrazo con amor pero no me aferro
Confío en que todo es como debe ser,
en este lugar y en este momento.
Pero si convierto en creencia mi sentir,
en un cruce de caminos sin salida, me pierdo.
La creencia a veces inventa sin saber
es producto de mi mente ilusa.
Lo que siento puede ser irreal,
verdad a medias o certeza absoluta.
¡Pero no lo sé!
Porque creer no es sentir
y sentir no es saber...
La mejor respuesta ahora mismo es cero.
Solo sé que creo lo que creo,
siento lo que siento
y sé lo que sé.
Pero lo que más claro tengo
es que aún no sé cuánto me queda por saber.
¡Todavía tengo tanto que aprender!
Así que vuelvo a mi mar en calma,
y me sumerjo más adentro
allí donde no hay preguntas ni respuestas,
mi océano, donde no existen conceptos.
Solo un vacío libre de condicionamientos
lo acojo todo con amor,
abrazo todo lo que soy
y simplemente, acepto.
NARRACIÓN:
SÍGUEME EN FACEBOOK:
No hay comentarios:
Publicar un comentario