No debemos leer su palabra y vivir con la consciencia torturada. Ha sido un sueño, pero es tanta la expansión de lo que he soñado que no soy capaz de entenderlo y escapa a mis propias palabras al intentar explicarlo.
Vivamos abiertos a la consciencia del amor, entregando y siendo amor.
Dios no es un castigador, nuestros actos fuera de la buena consciencia son los que infringen un autocastigo.
Ve con el alma limpia Desecha y libérate de toda carga.
Lo viejo ya pasó, déjalo atrás.