Hoy, en terapia, comentábamos que somos un 60-70 % de agua y demás
cosas que ya casi no recuerdo porque, en mí, se encendió la bombilla y mi mente
empezó a divagar para concluir que: si somos un alto porcentaje agua, es nuestro deber
diario no bajar de ese porcentaje y tal y como una planta, regarnos cada día. Y no solo
con agua sino también tal y como hacemos con nuestras plantas, abonarnos. Abonarnos
con amor, alegría y buenos momentos, propios y compartidos. Como hacemos con
nuestras plantas, también limpiar de nuestra vida aquello que se pudre y
dejarlo tan solo como el abono en la base, ya no embellece pero, sí que nos
nutre dándonos el aprendizaje. También necesitamos Luz, movimiento, aire,
espacio para crecer y al igual que una planta, transparencia. Cuanta más
transparencia tiene una planta, mas Luz llega a sus ramas y cuanto más la
ocultemos y evitemos la Luz, antes se consume.
Somos semillas plantadas en macetas y es nuestro deber
cuidar nuestras semillas interiores para que florezcan y enraícen muy fuertes,
con la grandeza y belleza que nos caracteriza. La maceta puede cambiar de
lugar, puede ser más grande o más pequeña, podemos cambiar el diseño pero no
olvidemos nunca que la esencia es la semilla y que esa semilla eres ¡TÚ!
Narración:
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