“Ser libre”, no debería ser
un concepto universal. Lo que para ti es ser libre, para otra persona puede ser
una “cárcel” y al revés. Por lo tanto, la libertad no la vamos a catalogar como
algo preestablecido por la sociedad sino por lo que de dentro a ti te nace. Si
tú te sientes libre trabajando forzosamente o en la mayor de las pasividades,
si te sientes libre en la toma de tus decisiones, si tú eres feliz desempeñando
lo que haces, entonces, vives en libertad, porque ese es tu concepto de libertad,
es la manera en la que tú has decidido vivir…
El problema surge cuando,
dices ser libre, dices estar feliz pero te quejas; -Es que tengo obligaciones
y no me queda de otra; -Es que es lo que me ha tocado vivir; Y mi favorita; -Es
que yo estoy bien así, soy feliz PERO…(zona de confort) Siendo libres no hay “peros”
que valgan porque siempre estarás haciendo lo que quieres hacer, lo que nace
del corazón, de tu esencia, de tu ser… A esa sociedad por suerte nos estamos
encaminando, donde todo gira en perfecta armonía, pudiendo ser quienes somos
realmente, sin máscaras, sin “peros” porque empezaremos a vivir sin guerras y no
me refiero a guerras externas, sino guerras en nuestro interior, pudiendo estar
en paz con nosotros mismo… Ahí comienza la paz, en nosotros.
El otro problema que
surge, es el exceso de ego y la falta de humildad. Ejemplos como el -Yo lo hago
bien y soy mejor que tú; -Me posiciono en contra del maltrato animal, pero la
chuletada del Domingo que no falte; -Considerarte la mejor
persona del mundo y no ser capaz de perdonar. Son ejemplos y aclaro, son solo
ejemplos (ejemplos reales), cada uno que sea como quiera ser, pero sin dejar de
tomar conciencia y respetando la decisión de nuestros semejantes, sabiendo que
el ego está presente en nuestra vida, más de lo que somos capaces de ver (o de
admitir) por tanto, ayudaría mucho que antes de criticar una situación, miremos
hacia adentro de nosotros mismo.
Por suerte, todo cambio
está a nuestro alcance, tomando conciencia y poniendo de nuestra parte para
lograr una transformación jamás vista en nosotros mismos. Nuestro libre
albedrío siempre estará presente, pues nosotros somos quienes elegimos y si esa
decisión la tomamos desde el corazón y no desde la mente, tanto errores como
aciertos serán parte de nuestro aprendizaje.
Por eso, como dije al
comienzo, “Ser libre”, no debería ser un concepto universal. Hay muchas formas
de ser libres, tantas como personas hay en el mundo porque cada uno fabrica
como mejor le encaje, su libertad. Por tanto, busca el crecimiento interior amando
tu libertad, desde la libertad, yendo hacia donde tú quieres ir, haciendo lo
que tú quieres hacer y dejando hacer al que quiere hacer.
"Empieza a vivir para ti"
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